El Amor de Dios es como un torrente que se derrama sobre nosotros. Nada, nada ni nadie puede pararlo.
una Palabra de alegría
Mi fe es la fuente de mi alegría. Como dice el Maestro: Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba. Como dice la Escritura, de lo más profundo de todo aquel que crea en mí brotarán ríos de agua viva (Jn 7, 37-38). Este blog es un pequeño intento de compartir las razones de mi alegría y hablaros de esos misteriosos ríos que calman la sed. Abrazos / besos Eduardo
miércoles, 6 de enero de 2021
viernes, 5 de abril de 2019
La Tierra Prometida
La primera lectura de hoy domingo,
nos narra la llegada del pueblo de Israel a la Tierra Prometida, después de 40
años de peregrinaje por el desierto.
El salmo nos dice “Gustad y
ved qué bueno es el Señor”
En la segunda lectura, Pablo
nos habla de la gratuidad del amor De Dios: “Porque Dios mismo estaba en
Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha
puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación.”
En el Evangelio, Jesús nos
presenta la desbordante parábola del hijo pródigo.
Y después de escuchar estas
lecturas, reunidas en la celebración de hoy, me han surgido unas preguntas.
¿Y si nuestra Tierra Prometida
no fuera alcanzar nuestro proyecto personal, nuestro sueño, nuestro anhelo,
nuestro éxito?
¿Y si fuera algo más
sencillo... pero a la vez más difícil?
¿Y si fuera algo al alcance de
todos los seres humanos?
¿Y si la Tierra Prometida fuera
encontrarse, conocer y gustar a Dios en su plenitud, tal y como nos lo describe
hoy Jesus en la parábola del hijo pródigo?
Un Dios que lo único que no
puede dejar de hacer, es Amar. Que se hace indefenso ante nuestra infidelidad y
nuestras razones.
Jesus lo describe con crudeza.
El hijo vuelve, pero no por amor al padre ni por arrepentimiento. Vuelve porque
pasa hambre. Incluso el motivo del retorno no es el mejor.
Y el padre no le deja ni
terminar su discurso, ni terminar sus excusas. Corre hacia él, le da un abrazo
y le da una fiesta. “Te hemos encontrado”. Lo demás no importa.
¡Qué anhelo de Padre desvelado!
¿Será posible que Dios sea así?
A Nuestro corazón pequeño y
limitado le cuesta creerlo. Y nos defendemos de ese Amor y nos inventamos
castigos y lejanías.
Y no.
El Amor de Dios es ilimitado y
gratuito. Y por eso no se pueden hacer méritos para merecerlo, ni entrar en
negociaciones con Él. Solo podemos abrir nuestro corazón a esa sorpresa y
gustar de ese amor.
Porque al final, a Dios no hay
que conocerlo ni creerlo. Hay que gustarlo.
Como dice el salmo. Gustad y
ved qué bueno es el Señor.
Abrazos
Eduardo
Lectura del santo evangelio
según san Lucas
3.11-
En aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
- «Ese acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
- «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna."
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros. "
Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, "
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron a celebrar el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Este le contestó:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
El se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo:
"Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado"».
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martes, 19 de febrero de 2019
En esto creemos :-)
Los cristianos no creemos en una filosofía, ni en un sistema moral ni siquiera en un conjunto de dogmas y creencias.
Los cristianos creemos en un Acontecimiento que cambió la historia de la humanidad y nuestra vida.
Este Acontecimiento consiste en que el creíamos muerto, ha resucitado y vive para siempre.
Y este Acontecimiento posibilita un Encuentro de Amor. Y un Encuentro con el Amor absoluto.
Y es que al final, el Amor eslo único que puede sostener nuestra vida.
Olvidaremos las ideas, y las palabras y las creencias. Todo eso pasará.
Pero el Amor permanece y sostiene.
Abrazos,
Eduardo
Los cristianos creemos en un Acontecimiento que cambió la historia de la humanidad y nuestra vida.
Este Acontecimiento consiste en que el creíamos muerto, ha resucitado y vive para siempre.
Y este Acontecimiento posibilita un Encuentro de Amor. Y un Encuentro con el Amor absoluto.
Y es que al final, el Amor eslo único que puede sostener nuestra vida.
Olvidaremos las ideas, y las palabras y las creencias. Todo eso pasará.
Pero el Amor permanece y sostiene.
Abrazos,
Eduardo
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jueves, 8 de noviembre de 2018
El escándalo de la Misericordia
Dios es así, y puede escandalizar a los justos y
cumplidores.
Jesús, en esta parábola, habló de su experiencia
directa de Dios. Y nos puede sobrepasar.
Ante el pecador, ante la oveja perdida, Dios sale a
su encuentro, la busca, la encuentra y la carga sobre sus hombros.
No hay un reproche, no hay una condición, no hay un
pero.
Es perdón a fondo perdido.
¿Porqué somos tan duros con nosotros mismos o con
los demás?
Muchas veces nos falta despertar, comprender su
Amor y encontrarnos con su Amor.
Porque el cristianismo es la religión de la
Revelación del Amor.
Pero antes de nuestro amor, de Su Amor.
Nadie es cristiano por unas ideas o unas
convicciones, ni siquiera por un estilo de vida.
Se es cristiano porque hemos tenido la suerte de
encontrarnos personalmente con Alguien. Y más aún, con Alguien que nos Ama. Y
cuando comprendemos la grandeza de ese Amor, de su incondicionalidad, de su
inmensidad (¡hasta la muerte por nosotros!), se deshacen las durezas, los
abismos, las oscuridades… es un Amor que ciertamente, da Vida, y Vida en
abundancia. Es la experiencia del Amor profundo.
Esta noche, en la oración, detente en saborear este
Amor.
Abrazos,
Eduardo
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De: Meditación Emaus
Enviado el: jueves, 8 de noviembre de 2018 11:36
Asunto: Evangelio Jueves 8 de Noviembre
Enviado el: jueves, 8 de noviembre de 2018 11:36
Asunto: Evangelio Jueves 8 de Noviembre
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