—Maestro, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en esta tarea? Dile que me ayude.
El Señor le replicó:
—Marta, Marta, te preocupas y te inquietas por muchas cosas, cuando una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y no se la quitarán."
De nuevo, Jesús desconcierta.
Andamos afanados en mil quehaceres, olvidando lo importante.
Ya sea en esos mil quehaceres, o en el silencio de la oración, o en el reposo de la compañía amada... nos olvidamos saborear el Amor que es Todo en todo.
El texto de este domingo me recuerda al texto de los pájaros del cielo y los lirios del campo. Saber vivir en confianza y abandono, descansando en el Amor y en Aquel que nos sustenta y sostiene.
Adjunto el texto del libro "Seguir a Jesús en la vida ordinaria" de Javier Garrido para este fin de semana.
Besos y abrazos,
Eduardo
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