domingo, 24 de noviembre de 2013

Cristo Rey



Jesús de nuevo rompiendo esquemas y nuestra estrecha manera de ver las cosas.
El pasaje de hoy del Evangelio, el del Buen Ladrón, sobrecoge.
Jesús, ya en la cruz, soportando las burlas y las provocaciones de los que le rodean.
"Si eres el rey de los judíos, sálvate", dicen los romanos.
·"Si eres el hijo de Dios, sálvate", dicen los sumos sacerdotes.
"Si eres el Mesías, sálvate a tí mismo y sálvanos a nosotros", dice el otro ladrón.
Pero Jesús calla. No es un Rey de gestos poderosos al estilo del mundo.
Sus gestos poderosos son según su Reino, poco visibles a nuestros ojos. Si pudiéramos reconocer el Rey que tenemos!
Jesús no cede a la tentación del acto deslumbrante, del acto rompedor.
Jesús calla. Su poder nace de otro lugar, mucho más poderoso que todas las fuerzas del mundo.
Su poder nace del Amor. Único poder capaz de cambiar eficazmente el mundo y los corazones.
Así ha sido toda su vida. Una vida vivida desde la Misericordia, desde el Amor sin preguntas ni condiciones, desde la preferencia por el último, el débil, el pecador, el marginal, el despreciado.... Tan extraño a nuestros criterios sobre el mundo y la vida! Seguimos sin enterarnos, seguimos sin soltarnos. Llenos de miedos, de no parecer débiles o tontos. Cuesta tanto poner la otra mejilla, amar al enemigo, al que nos hace daño, apostar por lo honesto, no aprovecharse... Jesús calla.
Hasta que un ladrón crucificado a su lado, despreciado como Él, uno de los últimos según el mundo, un fracasado clavado en una cruz.... hasta que ese ladrón le habla.
"Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu Paraíso"
Ahí sí. Ahí Jesús se conmueve. Cómo no va a hacerlo, si es la Misericordia! Y de nuevo, un gesto poderoso desde el Amor. "Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el Paraíso". Del corazón de Jesús mana un manantial que lleva a la Vida Eterna.
Como nosotros, los espectadores no entendieron nada. Los sumos sacerdotes, los romanos, personas de bien según el mundo, no entendieron nada. Se escandalizarían como nosotros!
Pero qué está haciendo Jesús! Está loco! Ni un examen de conciencia, ni un repaso a toda la vida en pecado del ladrón, ni una petición de explicaciones.... "Hoy estarás conmigo en el Paraíso" Porque has llamado a mi puerta, porque tu corazón está arrepentido y sediento de mi Amor, porque me buscas sinceramente.... Porque Te Amo.
Desde la cruz, en este acto, Jesús nos sigue explicando el proyecto de su Reino. Amor, Amor, Amor. A fondo perdido y sin condiciones. Amor desde la Misericordia. Amor aunque el mundo parezca que nos vence.
Es difícil este Amor para nosotros, hombres de barro y corazón de piedra... De nuevo, lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios.
Él puede cambiar nuestro corazón de piedra en un corazón de carne. Él se puede hacer torrente para el mundo si nosotros nos hacemos pequeño cauce.
Besos y abrazos,
Eduardo

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