Comienza el Adviento, el camino hacia la promesa.
Un camino de abrir el corazón a la Buena Noticia, a un Amor misterioso que se hace pequeño para poder ser acogido.
Un Amor insondable, que se hace hombre para ser comprendido.
Un Amor desbordante, que viene poco a poco, sin hacer ruido, pasando inadvertido.
Es Dios que pasa, que llega y llama y queda a la espera.
Besos y abrazos,
Eduardo
PD: adjunto texto de Javier Garrido de introducción al Adviento, con una frase que me ha tocado:
"Que una frase te vaya abriendo por dentro el corazón, para
que se te ponga en trance de Adviento:
No temas, que Yo te he rescatado (Is 43,1)"
No hay comentarios:
Publicar un comentario