Mi fe es la fuente de mi alegría. Como dice el Maestro: Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba. Como dice la Escritura, de lo más profundo de todo aquel que crea en mí brotarán ríos de agua viva (Jn 7, 37-38). Este blog es un pequeño intento de compartir las razones de mi alegría y hablaros de esos misteriosos ríos que calman la sed. Abrazos / besos Eduardo
viernes, 25 de febrero de 2011
Nuestra alegría
Ser cristiano no es una filosofía, o una ideología, ni siquiera un sistema de valores o un modo de vida.... es, ante todo, un encuentro único, concreto, real y desbordante con Aquel que tiene capacidad de dar sentido a nuestra vida en forma de Buena Noticia. Es experimentar que "... Él, que había amado a los suyos hasta el extremo, los amó hasta el fin..." y que tú eres uno de los suyos...
Este encuentro tiene la capacidad de dar un nuevo y último sentido a tu vida, porque es el encuentro con el Amado, no un encuentro con una idea abstracta. Este encuentro tiene la capacidad de transformar tu corazón y tu vida. Este encuentro exige un acto de confianza sin reservas en Jesús.
Y aun diría más. Lo central del ser cristiano no es cumplir todos los mandamientos ni estar a la altura del mensaje del evangelio (¿quién llega ahí?) lo central es creer y encontrarte con el Amor de Dios, hecho Palabra encarnada, muerta por nuestros pecados y resucitada para nuestra salvación. La transformación viene a partir de esto. ¿Estas palabras no te dicen nada? Todavía no te has enterado de lo grande que es ser cristiano.
Etiquetas:
alegria,
Experiencia fundante,
Jesús
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